¿Que atrasas todas las actividades que puedes para más adelante con cualquier simple excusa porque no tienes ganas de nada? El motivo se llama tristeza.
La vida es un camino que tiene polos opuestos… no existiría la alegría si no existiera la tristeza, vamos de un polo a otro según nuestro momento personal, nuestras circunstancias vitales o nuestro estado mental… “podemos con todo” o “todo puede con nosotros”. A veces cuesta encontrar un equilibrio en nuestro día a día… Pero la pregunta sería: ¿si estoy triste que hago? Pues la respuesta es muy fácil: no haces nada. La tristeza forma parte de ti, necesitas vivirla, exteriorizarla y recrearte en ella para entender que te pasa, porque estás triste, qué quieres hacer con esta tristeza y en qué la quieres transformar.
PEDIMOS QUE NOS ENTIENDAN LOS DEMÁS Y NOS DEJEN TRANQUILOS
Necesitamos el permiso para sentirnos desgraciados con tranquilidad, para hundirnos en nuestra propia miseria, para podernos explicar el peor de los finales, necesitamos que nos permitan que seamos protagonistas de una vida desgraciada y poco interesante… por eso estamos tristes porque todo nos pasa a nosotros, todo nos va en contra o como mínimo algo muy importante para nosotros se acaba de esfumar. Por eso hace falta reivindicar el derecho a estar triste, porque merecemos vivir estos momentos a nuestra manera. En el Instituto PSICO. Psicología y Desarrollo cada día hablamos con personas que necesitan su espacio de tristeza y soledad provisional. A veces hace falta tocar fondo para poder resurgir.
RESURGIMOS CUANDO PODEMOS Y QUEREMOS
Una vez hayamos vivido toda la tristeza que estaba instaurada dentro de nuestra mente y corazón van a resplandecer, poco a poco, unas ganas incondicionales de vivir, de salir, de reencontrarnos con nuestra familia y amigos, de ser un buen compañero de trabajo, una buena pareja, etc. Es el gran momento de darnos cuenta que hemos pasado por una experiencia de conocimiento personal, de desafío vital, de autotransformación, de exploración de soluciones, de desahogo de una carga interior innecesaria… cuando estamos tristes estamos aprendiendo los motivos y las soluciones para no estarlo, para pasar página y ocuparnos de nuestro presente, de nuestras ilusiones y de nuestra felicidad.
LA VIDA ES UNA MONTAÑA RUSA CON SUBIDAS Y BAJADAS
Hemos de ser conscientes que la vida es como una montaña rusa, subimos y bajamos, tenemos que aprovechar al máximo las subidas y vivir dignamente las bajadas, pues ahora sabemos que, otra subida está a la vuelta de la esquina y parece que será una época con grandes retos y oportunidades nuevas. Siempre hemos de tener la mirada hacia arriba, aunque estemos a bajo… y ¡la vida nos acompañará y guiará! ¡No lo dudes! Es así.
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